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Primeras implantaciones del nuevo sensor volumétrico de Distromel D-Level (NB-IoT)

En el año 2008 Distromel fue pionero en el mercado de tecnología para la recogida de residuos urbanos al presentar un sensor volumétrico capaz de medir el porcentaje de llenado en un contenedor y enviar ese dato a través de GPRS a un servidor.

Distromel volvió a ser innovador diseñando el pasado año el primer sensor volumétrico para contenedores que envía datos a través de tecnología de comunicaciones Narrow Band – Internet Of Things (NB-IoT). Esta tecnología ayuda a reducir el uso de datos y por tanto los gastos relacionados con las comunicaciones, haciéndolo más competitivo económica y funcionalmente. La principal ventaja en la utilización de esta red de bajo consumo, con respecto a otras similares, es que NB-IoT utiliza la misma red 4G ya desplegada. Esto proporciona una capacidad de implantación mayor a cualquier otro tipo de tecnología.

Además este dispositivo dispone de doble sensor con el objetivo de mejorar la precisión del dato detectado. Dispone de sensor por ultrasonidos, igual que el anterior, pero la novedad en este caso es que incluye un sensor láser. De esta forma se reducen algunas limitaciones halladas con diseños previos.

En lo que va de año ya son varias las implantaciones realizadas con este nuevo sensor volumétrico que mide el porcentaje de llenado de un contenedor y envía los datos con una periodicidad configurada y determinada por el usuario final. Al fin y al cabo, es el gestor de la recogida quien se va a beneficiar de su uso, y a quien le va a permitir trazar rutas más óptimas y con un menor desgaste de todos sus recursos, proporcionando al medio ambiente una considerable reducción de emisiones de CO2.

Una de estas implantaciones del presente año está vinculada al proyecto Territorio Rural Inteligente desarrollado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en colaboración con las diputaciones provinciales. En este caso es la Diputación de Segovia quien sigue los pasos de la Diputación de Valladolid, y en ambos casos Distromel ha instalado sus sensores volumétricos.

Distromel sigue trabajando con el objetivo de mejorar lo que le rodea, aportando de la misma forma su granito de arena en la mejora continua de sus clientes y por consecuencia reduciendo el impacto sobre el medio ambiente.